Una dieta muy variada

El lobo se ha descrito cómo el principal depredador de grandes mamíferos del hemisferio norte, siendo lo que se denomina una especie "clave" en aquellos ecosistemas en los que se encuentra.
En la Península Ibérica, se trata de uno de los pocos grandes carnívoros  que existen.

Cómo depredador, se alimenta principalmente de las presas que caza, aunque su gran capacidad de adaptación le permita tener una dieta muy variada, incluyendo carroña de animales muertos, restos presentes en la basura e incluso , en determinadas épocas del año algún fruto silvestre.

Su dieta se basa principalmente en medianos y grandes ungulados y otros mamíferos de menor tamaño.

En la cordillera Cantábrica, zona subcantábrica y Sierra de la Demanda su alimentición se basa principalmente en corzos, y jabalíes y ciervos en menor medida. 

Corzo (Capreolus capreolus)

Jabalí (Sus scrofa)

Ciervo (Cervus elaphus)

Por otro lado, en la llanura cerealista castellana los conejos y los ratones de campo constituyen su principal fuente de alimento.

Conejo (Oryctolagos cuniculus)

Ratón de campo (Apodemus sylvaticus)

En menor medida, el lobo también se alimenta de aves y reptiles, insectos y vegetales y otros carnívoros cómo el zorro y el perro.

La presencia del ganado doméstico en la alimentación del lobo ibérico, es un tema de gran importancia en relación a toda la problemática que se plantea entre las distintas opiniones de conservacionistas y ganaderos.
Cabe destacar que diversos estudios realizados, muestran la importancia que existe en la disponibilidad de presas. Así por ejemplo, en Picos de Europa los ungulados silvestres (jabalí, rebeco, corzo y ciervo) suponen el 64,8% de la biomasa consumida, mientras que el ganado, sólo el 34,9%.
En castilla y León, se ha demostrado que la mayor parte del ganado que consumen los lobos lo hacen en forma de carroña.